Cuidados para los pies

¡Buenas a todos!

Cómo hay que cuidarse de la cabeza a los pies, hoy os traigo entrada para el cuidado de los pies. Además, ahora se va acercando el buen tiempo, nos ponemos sandalias, zapatos destalonados, compramos nuevas "cositas"... y es cuando descubrimos que tenemos el talón seco, hay callos después de todo el invierno con zapato cerrado o que los zapatos nuevos nos hacen rozadura. Sobre esas cosas tan comunes voy a escribir hoy.

Voy a ir detallando los problemas típicos, desde los más simples a los más "complicados"...

PIES SECOS: Son consecuencia de la pérdida de agua en la capa externa de la piel (igual que pasa en el resto del cuerpo), suele tomar la zona un color más blanquecino o, a veces, amarillento. El problema de un pie seco es que es el indicativo de que no lo estamos cuidando bien, y puede derivar en otros problemas como las durezas o las grietas. Solución: exfoliarlos una vez a la semana (o al mes si somos muy perezosas), e hidratarlos cada día con una crema específica para los pies o al menos una muy hidratante como la Nivea de caja azul.

PIES CANSADOS: Se deben al calor, a haber andado o hecho ejercicio, a que el zapato no sea el correcto o a problemas circulatorios. El pie está dolorido, pesado y un poco hinchado. Solución: usar el calzado adecuado para nuestro pie, poner los pies en agua alternando fría-caliente-fría. Y, si continuamos notando cansancio, utilizar cremas que aportan alivio y frescor a los pies.

DUREZAS: Aparecen a modo de protección natural contra presión o roces contra los huesos del pie. Dan la sensación de pie "feo" y descuidado, además de que a veces, incluso causan dolor. Suelen aparecen en la planta del pie, en el lateral de los dedos y en el talón. Son amarillentas y redondas (más o menos), y podemos observar todos los surcos de "las huellas dactilares" del pie. Solución: usar zapatos que no presionen esas zonas del pie, hidratar mucho la piel, eliminar la dureza 2 veces a la semana e intentar reforzar esa zona del pie con almohadillas o plantillas de gel. Así no sufrirá tanto el pie y no se formarán durezas.

TALONES AGRIETADOS: Es el siguiente paso si no nos hemos cuidado un pie seco, al perder el agua la piel pierde elasticidad y aparecen grietas en la piel. Suelen darse en el talón, son una acumulación de piel muerta que a veces duele. Solución: exfoliar los pies 2 veces por semana, mantener la piel hidratada y eliminar las pieles muertas que no se van con una simple exfoliación. En caso de que la grieta sea profunda usar cremas específicas para evitar que se acumulen ahí bacterias y nos causen una infección.

OLOR Y SUDOR: un pie normal suda una media de 50 ml al día, medio vaso de agua por día sumando el sudor de los dos pies (un poco asqueroso visto así jajaja). El olor lo causan las bacterias que viven de un modo normal en nuestro pie, descomponen el sudor dando ese olor característico, no siempre es por mala higiene, aunque una mala higiene siempre irá acompañada de mal olor. Solución: usar calcetines de fibras naturales, ventilar los zapatos para que pierdan toda la humedad, alternar el uso de zapatos, pero sobretodo, de zapatillas de deporte. Además de llevar una higiene adecuada, que se lleva con ducharse cada día y secarse bien entre los dedos de los pies, podemos usar producto que ataquen el mal olor.

Desde luego éstas son las dos marcas que más aconsejo (Dr. Scholl y Neutrógena), aunque tienen un precio medio-alto, son lo mejor que he probado hasta ahora, y mira que mis pies son "pijos". Eso sí, exfoliar el pie siempre seco. Y para eliminar correctamente el exceso de piel muerta podemos usar piedra pómez o limas para durezas. Después haríamos la exfoliación, y seguidamente lavaríamos el pie y lo hidrataríamos.

Espero que os haya gustado, dentro de poco haré la segunda parte hablando de callos, ampollas, rozaduras...  pero de momento quería tratar los problemas más generales.

Gracias por pasar!!! Un saludo a todos!!